27 marzo 2006

El segundo más largo de mi vida

Todo empezó con una preinscripción inocente y realizada con poca fe, para un master en el Instituto Seguro Encuentrastrabajo.

Resulta que la semillita calló en terreno fértil y germinó el fruto de la llamada telefónica, que a la postre sería la culpable de mis desasosiegos:

- Buenos días, quería hablar con Yterbio

- Si, soy yo

- Le llamo desde el Instituto Seguro Encuentras trabajo y que dirige la empresa Quisistetrabajaraquidesdeniño S.A. Tiene una entrevista en Madrid el día 27

- Muchas gracias. Nos vemos el día 27

Yo estaba que no cabía dentro de mis pantalones y durante ese tiempo me dediqué a preparar tantos papeles, que la prueba de selección bien podría consistir en eso: en rellenar y conseguir todos los papeles. Estoy seguro de que más de uno no los consiguió.

Casi un mes después llegó el gran día, me estaba preparando para ir a Madrid cuando me asaltó la gran duda: ¿Voy la fecha correcta?¿Es el 27 de este mes?¿O era el 27 del mes anterior?. Después, atando cabos me convencí y afronté que era el 27 del mes anterior. ¡Dios! Iba a llegar un mes tarde a la que quizá fuera la entrevista más importante de mi vida.

Al llegar al Instituto, una chica nos empezó a tomar nota de los nombres. Yo pensé que aquí acabaría todo, mi nombre no estaría en la lista y habría hecho un viaje hasta Madrid en vano.

Los demás candidatos empezaron a cantar sus nombres y la chica hacía un tick en su lista : Lawrencio, tick, Cesio, tick, Estroncia, tick...

Me tocaba y tenía un nudo en la garganta, el ridículo que podía hacer era mayúsculo. Junté fuerzas y con voz de llegar en la fecha indicada dije: Yterbio.

Se paró el tiempo, yo oía latir mi corazón a cámara lenta como en las películas. La chica chequeaba su lista y no parecía encontrarme. Yo oía a mi cerebro: Iniciando secuencia de infarto, tres, dos, uno... Ella volvió a chequear y...tick! Estaba dentro y en la fecha correcta. Secuencia de infarto abortada.

Ahora tengo que esperar los resultados de las pruebas, pero no se me está haciendo tan largo como aquel segundo en el que la chica no encontraba mi nombre.


P.D: Muchas gracias a Barbie y a Giorgo por hacer mi estancia en Madrid mucho más agradable. Espero veros pronto de nuevo ;)

16 marzo 2006

Mi calculadora y yo

Después del fin de semana en la nieve, que sirvió en buena medida para desconectar de la rutina diaria, llegó una semana de estrés.

Ahora que lo peor ha pasado, echando la vista atrás, puede decirse que General Motors funciona peor de lo que esperaba (que no era mucho).

El lunes tocaba dar vueltas entre poligonos industriales para deshacernos de unos productos "inertes" de los que nadie quería hacerse cargo. No es dificil adivinar a quién le toco la china. Pues sí, al departamento de ingeniería y como ya dije, sólo estamos mi calculadora y yo. Mi calculadora me dijo que tenía mucho trabajo, que me encargara yo del asunto.

Los productos "inertes" resultaron ser cinco sacos que pesaban toneladas. Supongo que estarían llenos de los cadáveres del anterior departamento de ingeniería.

Cuando por fin termino mi tarea de enterrador y ya enfilaba las oficinas, recibo una llamada para que vaya a supervisar unos proyectos, que por supuesto, tenían que estar para ayer.

Mientras le daba un vistazo a los proyectos (también Chernóbil, por supuesto) recibo una llamada de mi jefe:

- ¡Hola! Recuerda que los proyectos tienen que estar para el Jueves. Me acordé de ti y por eso te llamo.

- Yo también me estaba acordando de ti, de tu padre y también de tu madre. Les puedes decir que el Jueves tendrán su central.

El resto de la semana no fue muy distinta, salvo que para conseguir los proyectos hubo que estar dandole la vara a un pobre desgraciado que no tenía culpa ninguna, y que no está acostumbrado a hacer proyectos en dos días. Si es que ya no hay ingenieros como los de antes...

El miercoles salieron los proyectos y el jueves los tenían allí. Este fin de semana habrá que celebrar una nueva victoria del departamento de ingeniería, aunque supongo que el mérito se lo llevará mi calculadora.

10 marzo 2006

Fin de Semana Blanco

¡Por fin es viernes! Y a última hora de la tarde, si todo va bien, estaremos rumbo a la nieve.

Toda la expedición es primeriza en esto de los esquís, así que el fin de semana promete muchas risas y más caídas. A ver que tal se nos da.

Llegaremos tarde al albergue, y hay riesgo real de que nos lo encontremos cerrado. Creo que voy a llevar un taladro.

¡Un saludo desde la montaña!

08 marzo 2006

El Ingeniero Carpintero

Ya estamos instalados y a pleno rendimiento en las nuevas oficinas de General Motors. Nos a costado lo suyo, principalmente teniendo en cuenta que el traslado lo hicimos entre la secretaria y yo.

Luego la secretaria se fue de viaje y me quedé yo solo para dirigir la instalación de cable y teléfono. Por culpa de unas llaves que no aparecían, la instalación no se pudo realizar en un día. Como coincidió que ese día era Viernes, pues la instalación tendría que quedar para el lunes.

Ese fin de semana, llegó el jefe. No había problema, el lunes estaría poco tiempo y se marchaba otra vez de viaje. Parecía que todo iba a salir bien. Parecía.

El lunes antes de irse y las llaves seguían sin aparecer, no se le ocurrió otra cosa que decir que se taladrase la puerta o que se tirase abajo.

- Coge un taladro y rompes la cerradura

- Pero es una puerta de la comunidad

- Lo haces porque te lo digo yo

- ¡A sus ordenes mein Fürer!¿Quiere que gasee a alguien?¿Algún genocidio para esta semana?¿Invadimos Polonia?

De esta manera uno descubre cuales son los métodos de la gente que dirige la empresa. A mi personalmente no me importa haber estudiado una ingeniería durante 5 años (¡ojo!, curso por año) para acabar taladrando puertas, siempre y cuando la responsabilidad de los actos delictivos cometidos no recaiga sobre mi. Si taladro una puerta comunitaria y la empresa se hace cargo, no problem. Ahora bien, la estrategia de mi jefe se parecía más a la de endiñarme el muerto y si hay algún problema, arréglatelas que yo me voy de viaje.

Supongo que taladrar puertas es lo que entiende él por una obra de ingeniería y por eso me lo endilga a mi. Quizá por eso cree que los proyectos se pueden hacer de un día para otro, ¡solo consiste en traladrar!

Desde aquí digo a los estudiantes de ingeniería que si quieren hacerse un hueco en General Motors, se compren un taladro, un cincel y los videos de bricomanía. Yo estoy pensando seriamente en irme a hacer apliques a otro lado.

Por cierto, al final aparecieron las llaves, las tenía el jefe...