01 diciembre 2012

Placaje emocional

Ayer me intentaron hacer un placaje emocional por segunda vez. Y he de reconocer que, a pesar de la ironía, me dolió. 
Fue irónico porque las que me lo hicieron ayer, estuvieron presentes y me consolaron del primero. 
Y fue doloroso porque a base de de llevar una vida disoluta, le coges cariño al disolvente. Aunque venga en un frasco pequeño (y otro más pequeño de regalo), y huela a Marc Jacobs. 

1 comentario:

Anónimo dijo...

Eres guay