11 febrero 2007
Detective Privado
Lo único que no quería ser es investigador. Me parecía una responsabilidad tremenda. Te pagaban por descubrir algo que nadie sabía, lo que implicaba que tenías que acabar descubriendo algo, si no, no valias y a la calle.
Pues bien, ahora que vuelvo al mundo laboral por la puerta grande del alta en la Seguridad Social, resulta que mi profesión es de investigador.
¡Que ironía!Yo, un estoicista por excelencia, que me conformaría con cualquier trabajo digno menos con el de investigador, llevo toda mi carrera profesional en el mundo de la investigación. Espero no encasillarme en esto.
06 febrero 2007
Reinserción
El motivo del trueque no es otro que mi cambio de estatus: de parásito (estudiado, pero parásito al fin y al cabo) a miembro productivo de la sociedad.
¡Si señor!Me parece que voy a volver a ser un ingeniero en apuros, pero esta vez ¡¡con contrato y todo!!. ¡Que sensación! Hasta se va más a gusto al trabajo, a ver cuanto dura la alegría...
11 enero 2007
Esto no es una discográfica
Tengo que decir que lo he intentado, pero no soy capaz. No puedo lanzarme a escribir por el simple hecho de habérmelo marcado. Supongo que necesito aquello que los griegos llamaban musa. Si alguna vez la tuve, se me ha escapado. ¿Habrá sido este blog mi techo literario?¿Caerá en picado la calidad de mis entradas?¿Empezaré a sacar recopilatorios?
Espero que no. Lo que pasa es que el CAP, y la búsqueda de empleo no dan para mucho, ¿o sí...? Creo que todavía tengo un par de ases sobre los que escribir y retrasar un par de entradas más el recopilatorio.
Por cierto, hay grupos que sacaron un disco y el segundo ya era un recopilatorio. Los hay con cara, yo de momento no tengo tanta.
31 diciembre 2006
Promesas
26 diciembre 2006
Ondas Sinusoidales
Desde la última entrada han ocurrido varias cosas en mi vida, quizá sería bueno otro telegrama de actualización pero hay algunas cosas que bien merecen unas líneas.
Por lo pronto lo que necesito contar al mundo es que al final, después de varios años de intenso ensayo-error y método científico, he conseguido hallar la fórmula que rige mis estados de ánimo. He estado pensando sobre ello porque recuerdo sentirme en el mismo pozo hace un año en estas fechas. Supongo que quizá tenga algo que ver el tiempo, las pocas horas de luz, las hormonas y otras cosas por las que me perseguiría la Inquisición en la Edad Media; pero la cuestión es que creo que mi ritmo vital lleva una precisión matemática.
Después de mucho cavilar y hacer ejercicio de memoria recordé mis clases de matemáticas de BUP, donde nos enseñaban las funciones trigonométricas, y creo que ésta se ajusta perfectamente a mis ciclos anímicos:
F = sen (t)
Donde:
F : es el grado de optimismo
t : es el tiempo
De esto se pueden sacar dos conclusiones:
1º El grado de optimismo es cíclico y sólo depende del tiempo
2º A un periodo de valores negativos le seguirá uno de valores positivos.
Mis (escasos) conocimientos eléctricos me permiten identificar esta función con la corriente alterna, que cambia de sentido cada poco tiempo. Para que esto no suceda, se instalan rectificadores que van cambiando la corriente eléctrica hasta llegar a la estable corriente continua, que siempre tiene una dirección (y valores positivos).
Visto lo visto tengo que admitir que soy una persona del tipo corriente alterna, así que supongo que lo que necesito es un rectificador, aunque preferiría que fuera un rectificadora...
¡Felices y sinusoidales Navidades!