31 diciembre 2007

Año Nuevo, Habiración Vieja

Llevamos tres cuartos de hora del año 2008 y ya ando por estos lares escribiendo. Hace un año hacía la promesa de escribir semanalmente en el blog. Este año no voy a ser tan ambicioso, y mi deseo es no dejar que el blog se pierda en el ciber-espacio.

Espero que al menos me valga para recordar lo que me vaya ocurriendo en el 2008, que seguro serán cosas buenas. De momento empieza con buen pie: volvemos a la habitación 412.

¡Feliz 2008!

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